El otro día me pasé por Ikea y lo que más me sorprendió (además de la deliciosidad de la comida del restaurante por tan bajo precio) fue que mucha gente comenzase a optar por una forma tan europea de dormir: el edredón de plumas.
Al parecer, mediante esta forma de vestir nuestra cama nos ahorramos la mitad de la ropa de cama, pues solo hace falta una funda de almohada y el propio ederedón, se acabaron los lios de sábanas y toda la pesca.
Ahora me encuentro en un dilema: por una parte, este método moderno europeo ahorra mucho tiempo al hacer la cama, ya que solo hay que subir y listo (parece un slogan de comida para microondas), además de que observaríamos a menos gente de la especie "se me ha desordenado la cama y no he podido pegar ojo" por la mañana en los medios de transporte público. Pero por otra, ¿quién puede resistirse al tacto de unas sábanas recien puestas? Y si estas han sido puestas por tu abuela (no sé que método tienen que las hace irresistible), se convierten en sábanas súmmum...
Al parecer, mediante esta forma de vestir nuestra cama nos ahorramos la mitad de la ropa de cama, pues solo hace falta una funda de almohada y el propio ederedón, se acabaron los lios de sábanas y toda la pesca.
Ahora me encuentro en un dilema: por una parte, este método moderno europeo ahorra mucho tiempo al hacer la cama, ya que solo hay que subir y listo (parece un slogan de comida para microondas), además de que observaríamos a menos gente de la especie "se me ha desordenado la cama y no he podido pegar ojo" por la mañana en los medios de transporte público. Pero por otra, ¿quién puede resistirse al tacto de unas sábanas recien puestas? Y si estas han sido puestas por tu abuela (no sé que método tienen que las hace irresistible), se convierten en sábanas súmmum...
Personalmente, hoy me encuentro demasiado cansada para resolver un enigma de tal magnitud, será cosa de la modernidad...
Vic
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